
«Adoptar un perro es lo mejor que me ha pasado en la vida porque yo quería un perro desde que tenía conciencia. Hasta los 10 años y nunca me lo quisieron dar.
Entonces nunca me lo quisieron dar porque era muy alérgico, porque no cabía el perro. Y ya en pandemia, cuando mi papá se decidió a conseguir un perro, ahí sí lo adoptamos. La verdad me pareció muy injusto porque yo les llevaba rogando como 6 años de mi vida que me dieran un perrito. Pero nunca me lo quisieron dar.
Pero ya cuando mi papá lo quiso adoptar, pues ahí sí. Y pues asombrado porque yo al principio no quería un perro porque para mí eso eran como responsabilidades. Y sacarlo, y limpiar mierda. Y en parte sí lo fue. Pero uno le va cogiendo mucho cariño. Y no sé, una mascota realmente es como un compañero emocional muy fuerte. Y sí, muy feliz con mi perro».